La suma de dos cosas que te gustan es la
multiplicación de algo magnífico.
Gustavo Alfonso Bécquer se preguntó una vez qué
era poesía... Poesía es más que palabras que se unen para formar versos, los
cuales encuentran su melodía en las rimas. Poesía es escribir sentimientos con
el corazón como pluma. Una corriente inexplicable que fluye desde la
profundidad del ser hasta la sutil hoja que se presta amable, cortes y atenta.
Poesía es el arte de plasmar historias, crear recuerdos, conmover a los ojos de
quien lee atento. Poesía es palabra, ritmo y armonía, es verso, es rima. Poesía
es comparación, es metáfora. Poesía es magia, es deseo, añoranza, tristeza y
alegría. Poesía simplemente eres, como dice el gran Bécquer, Tú... pues el
papel siempre será papel pero los sentimientos siempre escribirán poesía.
Si le preguntas a la persona
correcta qué es la música, ella te contestará sin ningún ápice de duda que un
instrumento en las manos de un músico es como un pincel para un pintor, pura
inspiración, una nota desliza entre los dedos y un color desliza de unos suaves
labios. Un músico atrapa el alma de quien sabe oír una bonita nota musical,
armonía en un rincón del corazón, añoranza
de un sentir. Cada melodía va suspendida en un arco iris de sensaciones,
como imaginar la vida sin un músico… si, sois vosotros quienes dais vidas a los
sentimientos, cada vez que suena algo emanan vivencias, niñez, recuerdos,
pasiones, surgen amores de una linda melodía tocada con sentimiento. Un músico
nace con manos delicadas, dedos armoniosos, nace con pasión y desenfreno,
dulzura y grandeza en cada una de sus silabas. Un músico tiene en su interior
un mundo por descubrir en el día a día.
Cuando la poesía se escribe en
clave de sol, cuando los versos flotan entre líneas de un pentagrama, cuando
palabra y música se funden, ni es poesía ni es música, es el idioma de los
dioses.